Caleidoscopio
Un momento efímero, un instante que apenas roza el tiempo, un lapso que se hubiera perdido definitivamente en la historia, se ha sellado en una fracción de segundo en una cámara.
El árbol, el abuelo, la niña, el gato… Está la curiosidad, esquiva o retadora, en la mirada de la niña. Está la prevención. Pero al regazo del roble el miedo se ha hecho doméstico, soportable, cotidiano, como tantos y tantos miedos.
Paradójicamente, la cámara es la que tiembla -ve que la vida empieza y vuelve- y necesita su árbol. Gente que ha visto el gesto, se implica, se hace roble para la cámara, la apoya en su regazo. Y aparecen nuevos gestos que refundan el acto: dibujo, pintura en diversos soportes, escultura, poemas, recreaciones fotográficas, manipulaciones, joyas…
Treinta actos sobre un milisegundo, el acto colectivo que se basa en una cámara que interroga y que es interrogada, el acto plural que implica una apertura a la mirada, una óptica desde cada vida, un caleidoscopio en el que la libertad mueve la rueda en la que gira el tiempo.
domingo, 30 de marzo de 2008
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